martes, 13 de octubre de 2009

La aventura de ser maestro

Cuando nos iniciamos en esta labor encontramos que esta muy lejos lo que nos enseñaron en la escuela con lo que la realidad nos presenta y nos damos cuenta que el esfuerzo principal debe de estar enfocado a despertar el interés por aprender , en relacionar la teoría con la práctica para obtener aprendizajes significativos, en mejorar la comunicación buscando buenos canales, siempre dispuestos a escuchar y respetar las opiniones de los demás y en alentar a los alumnos a realizar acuerdos que culminen en compromisos.

Por otro lado es importante reconocer en nuestros alumnos seres humanos con personalidades e intereses diversos y que también ellos nos reconozcan como seres humanos y no como entes transmisores de conocimientos, desarrollando una personalidad que parta de conocernos a nosotros mismos, identificando nuestras fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad y dejando a un lado la idea del maestro modelo que tradicionalmente se nos ha inculcado para ser un maestro autentico.
Encontramos muchísimos ejemplos de maestros empeñados en que les reconozcan su sabiduría pero que no dedican el mismo esfuerzo en lograr buenos resultados en el aprendizaje de los alumnos.
Para poder mejorar en nuestra labor debemos hacernos conscientes de nuestros errores, corregir y renovarnos y si es necesario en un acto de humildad debemos reconocer que fallamos y solicitar el consejo de personas que han logrado sortear las mismas dificultades.

Es obvio que nuestra labor es cada día menos valorada, debido a que el éxito en la actualidad se mide en dinero, es por eso que cada uno de nosotros debemos encontrar la satisfacción en nuestra actividad diaria a través de disfrutar nuestro trabajo.

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